La contienda revolucionaria de 1910-1917 alteró profundamente la emisión y la circulación monetaria. Debido a la escasez de efectivo, las fuerzas beligerantes se vieron obligadas a emitir sus propias monedas metálicas, generalmente de burda factura, billetes, vales y cartones para satisfacer sus requerimientos. Gracias a esta circunstancia, la numismática mexicana se enriqueció con una amplia gama de emisiones revolucionarias entre las que destacan algunos tipos por su fama y escasez.
Entre las múltiples monedas acuñadas por Francisco Villa, atrae la atención el famoso peso de bolita y el sin par MUERA HUERTA, acuñada en Cuencamé, Durango. En sus dos principales variedades dicha pieza destaca no solo por la circunstancia de ser la única moneda que proclama una demanda política, sino por la gracia de su diseño popular y, sobre todo, por la sentencia de muerte dictada por Huerta a quien la portara.
Otras piezas sobresalientes son las monedas de plata zapatistas conocidas por su leyenda REFORMA, LIBERTAD, JUSTICIA Y LEY, que en su diseño presentan dos montañas y un volcán humeante al centro, arriba se iluminan con un sol de ingenuo diseño con carita humana, y también la rarísima moneda acuñada con metal de un campo minero llamado Suriana, cuyo nombre se incluye en la moneda, en denominación de dos pesos fechada en 1915.
me sirvio para hacer tarea :v xd
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