En 1823 México entró finalmente a la vida republicana independiente en medio de una situación económica en ruinas. Al proclamarse la República, se designó a Guadalupe Victoria como primer Presidente de México.
El gobierno republicano implantó nuevos tipos monetarios en el país, decretó la acuñación de moneda de oro y plata conforme al sistema octaval español en denominaciones de escudos y reales, pero con diferentes diseños. Los nuevos diseños se inspiraron en los símbolos de libertad y justicia utilizados en la época de la Revolución Francesa. Entre estos símbolos destaca el gorro frigio usado por los habitantes de Frigia, antigua región de Asia Menor, en el territorio de la actual Turquía. A este gorro los romanos le dieron un significado especial, ya que lo portaban los esclavos al ser dejados en libertad. Durante la Revolución Francesa este gorro fue adoptado como símbolo de libertad y como tal se reconoció en todo el mundo.
Cabe destacar que desde 1823 a la fecha, la moneda mexicana lleva el escudo nacional en el anverso, y que hasta 1905 se acompañó de la leyenda REPUBLICA MEXICANA, mientras que el reverso ha sufrido varias modificaciones. Las monedas de oro presentan un brazo que sostiene en una vara un gorro frigio sobre un código abierto y la inscripción LA LIBERTAD EN LA LEY; las primeras monedas de plata con denominaciones en reales ostentan un gorro frigio radiante y se conocen como resplandores republicanos.
Algunas casas provisionales se transformaron en casas foráneas, subsidiarias de la Ceca de México. Al crecer de nuevo la producción minera y la acuñación de moneda, principalmente para su exportación a los mercados de Oriente, se crearon nuevas casas foráneas, llegando a funcionar en la República hasta catorce casas. Estas fueron las de Álamos, Culiacán, Chihuahua, Durango, Guadalupe y Calvo, Guanajuato, Guadalajara, Hermosillo, Estado de México (Tlalpan), Oaxaca, Real de Catorce, San Luis Potosí, Zacatecas y por supuesto la Casa matriz de la Ciudad de México. Generalmente funcionaron como concesiones a particulares y acuñaron en los mismos tipos y denominaciones que la Casa de México, pero una cuidadosa observación de las piezas republicanas permite encontrar infinitas variedades en los troqueles, lo cual ha dado a los estudiosos de la numismática un nuevo campo de estudio. Otra circunstancia es que cada casa de moneda colocaba la inicial de su ceca en las monedas y como resultara que algunas casas acuñaron menos tiempo o menos piezas, ciertos ejemplares se han convertido en valiosos tesoros para el coleccionista debido a su rareza y escasez, como es el caso de las piezas del Estado de México o las de Álamos.
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